RETENGAMOS

“Como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto” (Hebreos 3:7-8).
“Retengamos nuestra profesión [de la fe]” (Hebreos 4:14).
Mantener firme nuestra fe es crucial porque el pecado que más endurece es la incredulidad. Israel endureció su corazón “en la provocación…en el desierto” (Hebreos 3:8). Esto sucedió durante el tiempo de prueba de Israel, cuando las pruebas ardientes habían llegado sobre ellos. Durante ese tiempo difícil, las promesas de Dios parecieron fallar. Y cuando parecía que el Señor ya no respondía al clamor de ellos, se enojaron con Él.
Algo similar ha sucedido a muchos cristianos en esta generación. He hablado con creyentes que en otro tiempo tenían celo santo, pero ahora tienen corazones endurecidos. Estas son personas que una vez caminaron fielmente con el Señor. Ellos creían en Su Palabra, basaban sus vidas en la verdad bíblica y estaban totalmente en fuego por Jesús. Entonces vino una crisis. Ellos clamaron a Dios en su momento de necesidad desesperada, pero sus oraciones no fueron contestadas según sus propios horarios. Con ira, acusaron a Dios: “¡Me has fallado!” Hoy, estas personas no quieren oír una palabra de lo que yo digo.
Otros han sido alejados por asociarse con amigos impíos. La gracia de Dios todavía está disponible para ellos, Su misericordia está extendida, pero con el tiempo, los placeres del pecado los han endurecido.
¡Que Dios nos ayude en estos días inciertos a “Mirad” para que ninguno de nosotros se endurezca de corazón en el día de nuestra prueba! Tú puedes pensar que nunca podrías endurecer tu corazón. Pero está garantizado que los tiempos difíciles y las pruebas vendrán a todos los que siguen a Jesús; nadie está exento. Por lo tanto, “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 4:7).
Ahora es el momento de arreglar cuentas con Dios porque la generación actual ha perdido su temor de Él.