UN “JESÚS” DIFERENTE


La Escritura habla una y otra vez del temor de Dios: “Teme a Jehová, y apártate del mal” (Proverbios 3:7). “El temor de Jehová es aborrecer el mal” (Proverbios 8:13). “Con misericordia y verdad se corrige el pecado,  y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal” (Proverbios 16:6).
Cuando no hay temor de Dios, la gente tiene que inventar un evangelio de conveniencia.
El mundo ha inventado un evangelio en el que no hay Dios y por lo tanto no hay cielo o infierno. No hay vida después de la muerte, no hay nada y nadie a quien responder.
¿Dónde figura Jesús en este evangelio de conveniencia? Él es una gran parte de éste, ¡pero es otro Jesús por completo! Este “Jesús diferente” se presenta como la esencia del amor humano, una persona muy tolerante, de hecho. Él abraza todas las religiones, se acomoda al matrimonio entre personas del mismo sexo y declara que no hay tal cosa como el bien o el mal. No hay pecadores para este Jesús; y, por lo tanto, no hay mención del pecado, ni siquiera de una conducta desviada. Su mensaje es que tú no necesitas cambiar porque no hay nada malo contigo. Simplemente no hay juicio o ira en Él.
Pablo lo llamó “un evangelio diferente” (Gálatas 1:6). Y advirtió que aquellos que lo predicaran iban a “pervertir el evangelio de Cristo" (Gálatas 1:7). Como puedes imaginar, es un evangelio seductor, atractivo para muchos. Y las multitudes, especialmente los jóvenes, están atrapados en él. Esto explica por qué un número creciente de jóvenes cristianos aceptan el comportamiento inmoral y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Incluso muchas iglesias evangélicas están adoptando este evangelio seductor. Todo está sucediendo tal como Pablo advirtió: “Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira” (2 Tesalonicenses 2:11).