¡MIRA A JESÚS!

Pablo dice que viene un tiempo cuando “[Nosotros] habiendo acabado todo, estar firmes” (Efesios 6:13). Estamos firmes en la Palabra de Dios, a pesar de todo nuestro dolor y pesar, a pesar de toda la debilidad de nuestra carne. En la Palabra de Dios leemos de dos personas que hicieron la determinación de que: “Sólo necesito tocar el borde de su manto”. (El relato del principal de la sinagoga y la mujer que había estado sufriendo de sangrado durante doce años se encuentra en Marcos 5:22-43).
Si aún no has visto la respuesta a tu oración, puedes estar preguntándote si Dios se ha olvidado de ti. Te puedo asegurar que él ha estado trabajando en tu liberación desde el momento en que oraste por primera vez y que tu milagro está en camino.
Te animo a que dejes de desenterrar tu pasado y recordar las viejas ataduras. Y no corras de un lugar a otro buscando respuestas. Persiste en fe y toca a Jesús por ti mismo. Entrégale tus cargas y deja todo en sus manos. Él ha prometido que nunca te abandonará, así que acércate a él.
Cuando David escribió en el Salmo 147:4 que el Señor “cuenta el número de las estrellas”, nos está recordando que ‘cuando estés adolorido y sientas que no hay esperanza en absoluto, detente y mira hacia las galaxias’. ¡Nuestro Padre amoroso hizo todo esto! Cuando tomamos tiempo para enfocarnos en la majestad y el poder del Creador, obtenemos perspectiva y nos damos cuenta de que él es más que capaz de saciar nuestras necesidades individuales.
Podemos estar firmes y seguros mientras enfrentamos batallas por dentro y presiones por fuera “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:2).