“CLAMARON A JEHOVÁ”

La Biblia promete que es posible comprender la misericordia del Señor. ¿Cuál es la clave? El rey David dijo: “¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias de Jehová?” (Salmos 107:43).
David recibió una asombrosa revelación del corazón bondadoso y perdonador de Dios. Y lo descubrió simplemente, al mirar el historial de cómo Dios trató con sus amados hijos. David lo informa de esta manera:
“Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. Entonces clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho…Alaben la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres” (Salmos 107:5-8).
Cuando los hijos de Israel se alejaron del Señor, tuvieron hambre, sed y estaban perdidos por el pecado. Pero entonces clamaron al Señor y ¿qué sucedió? “Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta” (107:9).
Aun así, una vez más, se rebelaron y se alejaron, cayendo incluso más abajo. Nuevamente leemos: “Pero clamaron a Jehová en su angustia…Envió su palabra, y los sanó” (107:19-20).
Finalmente, el pueblo de Dios llegó al final de la cuerda. Una tormenta estalló y sus almas se derritieron con problemas: “Entonces claman a Jehová en su angustia, y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus ondas” (107:28-29).
David respondió a esta revelación: “Mira con cuánta facilidad se conmueve el corazón de Dios. ¡Oh, qué rápido responde al clamor de sus hijos! No hay final para sus misericordias”.
Amado, no tienes que continuar en agonía y culpa. En lugar de ello, ve al Señor, clama y confiesa a él. Él es un Padre tierno que es tocado por cada clamor tuyo.