GRACIA SUFICIENTE PARA TI

La Escritura dice del tiempo de Moisés: “Los sustentaste cuarenta años en el desierto; de ninguna cosa tuvieron necesidad; sus vestidos no se envejecieron, ni se hincharon sus pies...y se deleitaron en tu gran bondad” (Nehemías 9:21,25).
¿Te deleitas en la bondad del Señor para contigo? Quizás tú te inclinas más a susurrar dentro de tu corazón: “Dios no ha sido bueno para mí. Tantas cosas en mi vida han quedado inconclusas. Mis oraciones no están siendo contestadas”.
Si Dios pudo transportar tres millones de israelitas a través del desierto a salvo, ¿dudas que él pueda cuidar de ti? Te puedes maravillar de la forma que él protegió y proveyó a Israel, pero cuando te miras a ti mismo, dices: “¡Pobre de mí!”
Israel nunca estuvo convencido de que todas sus necesidades serían suplidas si confiaban en Dios completamente. En ese sentido, no era un pueblo santo. Por el contrario, eran desobedientes, insolentes e idólatras. En cierto punto, Moisés, incluso les dijo: “Desde que los conozco, han sido personas inclinadas a retroceder”.
Pero cuando esos mismos israelitas clamaban a Dios, él venía y respondía a su clamor. Él tenía misericordia de ellos. Dime, ¿no nos responderá el Señor a nosotros, que hemos dejado nuestra idolatría atrás y le hemos buscado apasionadamente?
Podría ser que te cueste entender eso. En el fondo, no estás convencido que el Señor tiene todo lo que necesitas y lo proveerá. Lo acusas de tener todo poder y autoridad para proveerte, pero de esconderlo de ti.
No importa cuál sea tu problema ni cuan confuso sea el laberinto en el que estás navegando actualmente. Si tú simplemente esperas en Jesús fielmente, él te dará suficiente sabiduría, conocimiento y gracia para tu prueba. Él siempre ha hecho un camino para aquellos que confían en él completamente; y él lo hará para ti.